viernes, 20 de septiembre de 2013

DESAFIOSOMIEDO: COMO EN EL CHINO ...

... cierto sabor agridulce ...

Estos últimos meses han sido complicados; como ya comenté una lesión de tobillo me ha tenido prácticamente parado.  Esto hizo perderme el GTP, prueba que tenía como preparatoria para este durísimo Desafio Somiedo.

Por si esto fuera poco, por problemas que no vienen mucho a cuento, los organizadores se ven obligados a cancelar 24km de recorrido, lo que por un lado me da algo de esperanzas de terminar … pero, por otro lado nos informan que no es posible correr durante la noche por el parque natural, lo que conlleva eliminar 7 horas del tiempo máximo para terminar la prueba … las proporciones no me cuadran, pero es lo que hay.

A las 7:00AM me encuentro en la salida, con más miedo que vergüenza … hace más de 4 meses que no corro distancias superiores a 20km y mis últimos kilómetros de competición se limitan al 9k de Alalpardo. Por si esto fuera poco, en mi mente está la máxima de cuidar mi tobillo, el cual, todavía no ha probado terreno complicado tras la lesión … afortunadamente, tras ligeras molestias en la primera parte, se comportó estupendamente.

La nueva salida tendría lugar desde Villar de Vildas; por pista cementada comienza la subida que poco a poco se va haciendo más pestosa hasta llegar a la pared que nos elevará hasta los 2196 metros de altura. Caminando y serpenteando entre vegetación baja, mi compañero de batallas y yo, llegamos a la cima en bastante buen tiempo, y tras la foto que merece el lugar comenzamos un vertiginoso descenso hacia la localidad del Puerto, donde se encuentra el segundo avituallamiento, el primero sólido (el primero no lo vimos) … nos hemos zampado 20km y unos 1500 metros de desnivel en 3 horas. Vamos regulando y llevamos 1h 30 minutos de adelanto sobre el tiempo de corte, más o menos en la posición 80 según nos comentan (unos 170 tomamos la salida).


Toca volver a subir, mientras que el calor va dejándose notar y los kilómetros pasan relativamente rápido camino de Valle de Lago. Pero antes coronaremos el Collado Muñon siguiendo una pequeña senda que te permite correr en la mayoría de los tramos. Desde la cima, se abre un nuevo valle frente a nosotros, espectacular como todos, y tras un tramo de fuerte bajada pasamos a un camino ancho con bastante piedra que nos permite seguir corriendo hasta el pintoresco pueblo de Valle de Lago, donde hay bastante gente animando a los corredores y donde nos espera el siguiente avituallamiento con sándwich de jamón/queso, gominolas, frutos secos, barritas, chocolate, fruta, refrescos, agua … vamos, que bastante completito.


Llevamos unas 4h y 30minutos para hacer 30km, y las bajadas se van dejando notar en los cuádriceps, mucho más que las subidas la verdad. Nos cambiamos de camisetas, estiramos un poco y seguimos, en relajada ascensión camino del primero de los lagos, al que distan unos 7km con bastante zona sombría, algo que se agradece enormemente.

Desde el Lago del Valle, todavía quedan otros 10km hasta el avituallamiento, y el agua comienza a agotarse, por fortuna algún senderista nos ofrece un poco y nos hace más llevadera una larga subida hasta la zona de los lagos de Saliencia, donde de nuevo se puede trotar cómodos para enfilar la larga bajada hacía el último de los lagos, el Lago de La Cueva.

Desde aquí poco queda hasta el alto de la Farrapona, nuevo punto de avituallamiento antes del infierno; una subida donde no existe camino, y a duras penas se puede avanzar entre la pendiente y la abundante vegetación, preámbulo de una cresta dura que nos regala unas vistas impresionantes y una bajada mortífera donde más de uno cae, afortunadamente sin consecuencias. (como me acordé de mi querida Peñalara, y de los que se “quejan” de la cresta Claveles, aquí les querría ver yo jajaja) ...
Consigo mantenerme en pie, pero mi empeine derecho comienza a doler bastante, hasta un punto que en la parte baja no puedo prácticamente correr. Camino un rato … vuelvo a trotar … pero nada … quedan apenas 3km hasta Saliencia, todo en bajada que realizo prácticamente andando. No me pasa nadie, llega un momento en el que llego a pensar que hasta me he equivocado en algún cruce pensando y dándole vueltas a mi pie …  por fortuna iba bien y llegue hasta las inmediaciones de Saliencia y sigo trotando hasta el avituallamiento. 9horas y 56km completados.

Mi colega ha llegado unos minutos antes y ya está con su plato de pasta recuperando fuerzas … me pregunta cómo voy … puff … miro el mapa y veo que quedan 2 bajadas bastante duras, veo el tiempo que queda y no sé si haciendo bien o mal decido dejarlo aquí. El fantasma de lesionarme nuevamente ronda mi cabeza, y sabemos que la parte final tiene 2 bajadas bastante complicadas, y el tiempo … esas horas que nos han “robado” …  si no lo hubieran reducido tanto habría continuado andando, porque de fuerzas me encontraba bastante bien. A la postre vería que no hubiera llegado, mi compañero logró terminar con tan solo 20 minutos de margen para el cierre, tardando 5 horas para los últimos 20km y eso que no tuvo problemas graves.

En resumidas cuentas, me hubiera encantado terminar, pero a la vez me siento contento de mi actuación sobre todo teniendo en cuenta como llegaba, eso sí, ya tengo la excusa perfecta para volver el año que viene: volver a disfrutar de este espectacular entorno, de la gastronomía, de la gente y de la gran familia del trail running que rodeaba a la prueba … y por supuesto, a terminarla.

1 comentario: