... cierto sabor agridulce ...
Estos últimos meses han sido complicados; como ya comenté una lesión de tobillo me ha
tenido prácticamente parado. Esto hizo perderme el GTP, prueba que
tenía como preparatoria para este durísimo Desafio Somiedo.
Por si esto
fuera poco, por problemas que no vienen mucho a cuento, los
organizadores se ven obligados a cancelar 24km de recorrido, lo que por
un lado me da algo de esperanzas de terminar … pero, por otro lado nos
informan que no es posible correr durante la noche por el parque
natural, lo que conlleva eliminar 7 horas del tiempo máximo para
terminar la prueba … las proporciones no me cuadran, pero es lo que hay.
A las 7:00AM me encuentro en la salida, con más miedo que vergüenza …
hace más de 4 meses que no corro distancias superiores a 20km y mis
últimos kilómetros de competición se limitan al 9k de Alalpardo. Por si
esto fuera poco, en mi mente está la máxima de cuidar mi tobillo, el
cual, todavía no ha probado terreno complicado tras la lesión …
afortunadamente, tras ligeras molestias en la primera parte, se comportó
estupendamente.
La nueva salida tendría lugar desde Villar de Vildas; por pista
cementada comienza la subida que poco a poco se va haciendo más pestosa
hasta llegar a la pared que nos elevará hasta los 2196 metros de altura.
Caminando y serpenteando entre vegetación baja, mi compañero de
batallas y yo, llegamos a la cima en bastante buen tiempo, y tras la
foto que merece el lugar comenzamos un vertiginoso descenso hacia la
localidad del Puerto, donde se encuentra el segundo avituallamiento, el
primero sólido (el primero no lo vimos) … nos hemos zampado 20km y unos
1500 metros de desnivel en 3 horas. Vamos regulando y llevamos 1h 30
minutos de adelanto sobre el tiempo de corte, más o menos en la posición
80 según nos comentan (unos 170 tomamos la salida).
Toca volver a subir, mientras que el calor va dejándose notar y los
kilómetros pasan relativamente rápido camino de Valle de Lago. Pero
antes coronaremos el Collado Muñon siguiendo una pequeña senda que te
permite correr en la mayoría de los tramos. Desde la cima, se abre un
nuevo valle frente a nosotros, espectacular como todos, y tras un tramo
de fuerte bajada pasamos a un camino ancho con bastante piedra que nos
permite seguir corriendo hasta el pintoresco pueblo de Valle de Lago,
donde hay bastante gente animando a los corredores y donde nos espera el
siguiente avituallamiento con sándwich de jamón/queso, gominolas,
frutos secos, barritas, chocolate, fruta, refrescos, agua … vamos, que
bastante completito.
Llevamos unas 4h y 30minutos para hacer 30km, y las bajadas se van
dejando notar en los cuádriceps, mucho más que las subidas la verdad.
Nos cambiamos de camisetas, estiramos un poco y seguimos, en relajada
ascensión camino del primero de los lagos, al que distan unos 7km con
bastante zona sombría, algo que se agradece enormemente.
Desde el Lago del Valle, todavía quedan otros 10km hasta el
avituallamiento, y el agua comienza a agotarse, por fortuna algún
senderista nos ofrece un poco y nos hace más llevadera una larga subida
hasta la zona de los lagos de Saliencia, donde de nuevo se puede trotar
cómodos para enfilar la larga bajada hacía el último de los lagos, el
Lago de La Cueva.
Desde aquí poco queda hasta el alto de la Farrapona, nuevo punto de
avituallamiento antes del infierno; una subida donde no existe camino, y
a duras penas se puede avanzar entre la pendiente y la abundante
vegetación, preámbulo de una cresta dura que nos regala unas vistas
impresionantes y una bajada mortífera donde más de uno cae,
afortunadamente sin consecuencias. (como me acordé de mi querida
Peñalara, y de los que se “quejan” de la cresta Claveles, aquí les
querría ver yo jajaja) ...
Consigo mantenerme en pie, pero mi empeine derecho comienza a doler
bastante, hasta un punto que en la parte baja no puedo prácticamente
correr. Camino un rato … vuelvo a trotar … pero nada … quedan apenas 3km
hasta Saliencia, todo en bajada que realizo prácticamente andando. No
me pasa nadie, llega un momento en el que llego a pensar que hasta me he
equivocado en algún cruce pensando y dándole vueltas a mi pie … por
fortuna iba bien y llegue hasta las inmediaciones de Saliencia y sigo
trotando hasta el avituallamiento. 9horas y 56km completados.
Mi colega ha llegado unos minutos antes y ya está con su plato de
pasta recuperando fuerzas … me pregunta cómo voy … puff … miro el mapa y
veo que quedan 2 bajadas bastante duras, veo el tiempo que queda y no
sé si haciendo bien o mal decido dejarlo aquí. El fantasma de lesionarme
nuevamente ronda mi cabeza, y sabemos que la parte final tiene 2
bajadas bastante complicadas, y el tiempo … esas horas que nos han
“robado” … si no lo hubieran reducido tanto habría continuado andando,
porque de fuerzas me encontraba bastante bien. A la postre vería que no
hubiera llegado, mi compañero logró terminar con tan solo 20 minutos de
margen para el cierre, tardando 5 horas para los últimos 20km y eso que
no tuvo problemas graves.
En resumidas cuentas, me hubiera encantado terminar, pero a la vez me
siento contento de mi actuación sobre todo teniendo en cuenta como
llegaba, eso sí, ya tengo la excusa perfecta para volver el año que
viene: volver a disfrutar de este espectacular entorno, de la
gastronomía, de la gente y de la gran familia del trail running que
rodeaba a la prueba … y por supuesto, a terminarla.
Lo has hecho muy bien!
ResponderEliminarEl año que viene seguro que la acabas.