Queridos todos, me complace comunicaros en estas líneas que he completado el primero de los retos para este 2014.
Tras 5h 30min y unos 1600 metros de desnivel positivo conseguí dar buena cuenta de los 50km de
Senda Genaro bordeando el embalse del Atazar.
Aunque me fuí a dormir más tarde de lo que me hubiera gustado, me levanto antes de que suene el despertador. Un copioso desayuno a base de huevos, avena, zumo, café y un platano me está esperando. Son apenas las 7am y tengo ganas de correr, tengo muchas ganas de disfrutar de la carrera y divertirme lo máximo.
Llego pronto a El Berrueco y apenas tardo unos minutos en coger el dorsal, chip y bolsa de corredor, y tiró rápido a tomarme un café antes de terminar de preparar la equipación para la prueba.
Llega Manu ... otra vez tardecito ... "luego no me digas que no nos da tiempo a calentar ;)".
Las previsiones en cuanto a lo climatológico eran malas, muy malas, así que levantarme, ver pasar las horas y llegar a la salida sin que lloviera ya era todo un logro. En la zona de salida, tras pasar el control de material, foto de rigor, comentarios con algunos conocidos sobre sensaciones y espectativas para la prueba, poco a poco ese hormigueo de querer empezar a correr que se va haciendo más patente mientras que la música de AC/DC va calentando el ambiente.
10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, .... vamonos !!!!!
Comienzo relativamente tranquilo, sin forzar demasiado, guardando un poquito en cada repechón que vamos pasando, y sin complicarme demasiado en las bajadas, quedan muchos kilómetros por delante y no es cuestión de ir castigando los cuadris.
Casi sin darnos cuentas estamos andando sobre las calles empedradas de Patones, alcanzando la zona más alta del pueblo por fuerte pendiente y afiladas rocas. Desde aquí merece la pena mirar atrás unos instantes para disfrutar de la panorámica de este antiguo poblado que tantas y tantas veces me ha visto partir en mis entrenos.
El siguiente tramo es para correr; senda, con ligeros toboganes y algún repechón, que permiten disfrutar a un ritmo bastante alto.
Voy super animado, Manu se mantiene detrás mía y delante voy compartiendo kilómetros con un corredor que me lleva en el ritmo perfecto.
Pasamos andando la zona del cortafuegos, para afrontar entre frondoso pinar la parte final de la ascensión que nos ofrece la vista más espectacular de la carrera sobre el embalse del Atazar en su totalidad.
Bajada, bajada y más bajada es lo que nos espera, primero por pista ancha y poco después por sendero con la técnica justa para disfrutar a tope sin asumir grandes riesgos. Aquí me dejo llevar y disfruto de esta bajada como merece para llegar hasta la base del valle al encuentro con las aguas del río Lozoya.
Cruzamos el puente y tras llanear entre abundante vegetación nos encontraremos con fuertes repechones y abundante piedra que van dejando las piernas bien calentitas para afrontar el último tramo hasta el pueblo del Atazar, no sin antes darme la leche tonta del día, en la que mis huesos terminaron en el suelo en una zona sin ninguna complicación ... cosas que pasan.
A mi entrada en el Atazar comienza a llover, y tal y como está el cielo tiene pinta de que irá a más, por ello, decido ponerme el chubasquero antes de mojarme más, algo que a posteriori vería que fue acertado.
En las afueras del pueblo del Atazar está uno de los avituallamientos digamos "cañeros" de la prueba. Me encuentro bien y apenas paro a rellenar uno de los bidones y coger unos frutos secos.
Miro atrás, Manu definitivamente se quedó y sigo en solitario bajo un importante aguacero; la sensación es espectacular, un absoluto silencio en el que solo se oye cada una de mis pisadas y el agua golpeando fuerte la capa impermeable que todavía me mantiene seco.
Con la referencia en la lejanía de un corredor cojo mi ritmo y poco a poco voy acercándome según la pista se torna ascendente y va ganando pendiente para regalarnos la última subida importante de la prueba, que nos dejará en el kilómetro 34 y muy cerca de un nuevo avituallamiento. Aquí, a las puertas de Robledillo de la Jara, nos juntamos cinco corredores, uno de ellos, es el mismo con el que compartí los primeros kilómetros de la prueba, que ha vuelto a pillarme desde atrás en la última subda. Charlo un momento con un colega que lo deja aquí, la semana que viene tiene otro reto y con molestias decide no arriesgar. Cojo unos frutos secos y ante un "oye, nos vamos te vienes", comienzo de nuevo a correr para continuar con la improvisada grupeta de cinco corredores.
El terreno no tarda en hacerse favorable y el ritmo sube poco a poco, y con el ritmo el golpe de la caída empieza a darme guerra o al menos da la casualidad de que me duele en el mismo punto, el caso es que el grupo de cinco se queda en tres por delante y dos por detrás, ya que otro de los integrantes anda muy justo de fuerzas y se queda unos metros antes que yo.
Llegamos al control sorpresa. Espero unos instantes a mi improvisada pareja mientras que estiro un poco. Las pocas subidas que quedan me saben a gloria, pero poco queda ya por subir, la última parte es muy llana y se me hace ... muuuuuuuuy larga; hubiera preferido 1000 veces un cuestarrón para poder soltar un poco y cambiar la carrera ... pero esto es como todo, seguro que para mucha gente fué una auténtica gozada poder disfrutar de una zona para correr a tope.
Después de unos kilómetros que se me hicieron casi eternos entro en El Berrueco muy satisfecho de mi carrera y muy contento de haber participado en una prueba bien organizada y con un trazado espectacular (sobre todo en sus 35 primeros kilómetros).
Enhorabuena a los organizadores por esta primera edición !!!
TIEMPO 5h 30min
POSICION GENERAL 46
POSICION CATEGORIA 22
